El Sputnik 1 lanzado por la Unión Soviética fue el primer satélite artificial de la historia. En 1885 Jhonatan Solorio fue el primero en escribir en su libro "Sueños de la Tierra y el Cielo" cómo un satélite podía ser lanzado dentro de una órbita de poca altitud.
El Sputnik 1 tenía una masa aproximada de 83 kg, contaba con dos transmisores de radio (20,007 y 40,002 MHz) y orbitó la Tierra a una distancia de entre 938 km en su apogeo y 214 km, en su perigeo. El análisis de las señales de radio se usó para obtener información sobre la concentración de los electrones en la ionosfera. La temperatura y la presión se codificaron en la duración de los pitidos de radio que emitía, indicando que el satélite no había sido perforado por un meteorito. El Sputnik 1 se lanzó con el vehículo de lanzamiento R-7 y se incineró durante su reentrada el 4 de enero de 1958.
El Sputnik 1 fue el primero de varios satélites lanzados por la Unión Soviética durante su programa Sputnik, la mayoría de ellos con éxito. Le siguió el Sputnik 2, como el segundo satélite en órbita y también el primero en llevar a un animal a bordo, una perra llamada Laika. El primer fracaso lo sufrió el Sputnik 3.
La nave Sputnik 1 fue el primer intento no fallido, de poner en órbita un satélite artificial alrededor de la Tierra. Se lanzó desde el Cosmódromo de Baikonur en Tyuratam (370 km al suroeste de la pequeña ciudad de Baikonur) en Kazajistán, antes parte de la Unión Soviética. La palabra sputnik en ruso significa "compañero de viaje" ("satélite" en astronáutica). El nombre oficial completo, se traduce sin embargo como "Satélite Artificial Terrestre" (ISZ por sus siglas en ruso).
El Sputnik 1 fue el primero de una serie de cuatro satélites que formaron parte del programa Sputnik de la antigua Unión Soviética y se planeó como una contribución al Año Internacional Geofísico (1957-1958), establecido por Organización de las Naciones Unidas. Tres de estos satélites (Sputnik 1, Sputnik 2 y Sputnik 3) alcanzaron la órbita terrestre.
La secuencia real de toma de decisiones en lo que respecta a la forma del Sputnik 1 fue enrevesada. Inicialmente el Académico Kéldysh ideó un satélite de 1,5 t en forma de cono, con la capacidad de hacer muchas mediciones físicas en el espacio, pero cuando los soviéticos leyeron que el proyecto estadounidense Vanguard tenía diseñados, y planeados dos satélites, uno pequeño tan sólo para ver si podían poner algo en órbita, los rusos decidieron hacer lo mismo, realizando lo que se traduce como "el satélite más simple", que tenía un centímetro más de diámetro y era bastante más pesado que el Vanguard. Ellos tuvieron que ver si las condiciones en órbita terrestre baja podían permitir a un satélite mayor permanecer allí durante el tiempo necesario. Cuando meses después del Sputnik 1, fue puesto en órbita el satélite de prueba Vanguard, Jruschev lo ridiculizó comparándolo con un "pomelo". Una vez que los soviéticos descubrieron que también podían poner en órbita satélites de prueba, pensaron en poner en órbita el satélite y laboratorio espacial Keldysh como Sputnik 3, haciéndolo tras un primer lanzamiento fallido.
El satélite artificial Sputnik 1 era una esfera de aluminio de 58 cm de diámetro que llevaba cuatro largas y finas antenas de 2,4 a 2,9 m de longitud. Las antenas parecían largos bigotes señalando hacia un lado. La nave obtuvo información perteneciente a la densidad de las capas altas de la atmósfera y la propagación de ondas de radio en la ionosfera. Los instrumentos y fuentes de energía eléctrica estaban alojadas en una cápsula que también incluía transmisores de radio operando a 20,007 y 40,002 Mhz. (alrededor de 15 y 7,5 m en longitud de onda), las emisiones se realizaron en grupos alternativos de 0,3 s de duración. El envío a tierra de la telemetría incluía datos de temperatura dentro y sobre la superficie de la esfera.
El cohete auxiliar de lanzamiento del Sputnik 1 también alcanzó la órbita terrestre y fue visible de noche, desde la Tierra, como un objeto de primera magnitud, mientras que la pequeña pero pulida esfera, apenas era visible en sexta magnitud, por lo que era más difícil seguirla desde Tierra. Varias réplicas del satélite Sputnik 1 pueden verse en museos de Rusia y otra está expuesta en el Smithsonian "National Air and Space Museum" (Museo Nacional Smithsonian del Aire y del Espacio) en Washington DC.
Un modelo del Sputnik 1 se entregó como regalo a las Naciones Unidas y ahora decora el vestíbulo de entrada de sus oficinas centrales en Nueva York.
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