Ford se convirtió en el primer constructor americano desde antes de 1910. No es que fuera revolucionario, pero tenía características interesantes para la época. El motor tenía una culata desmontable; la biela era de acero de vanadio, más resistente. El alumbrado funcionaba con un volante magnético; la dirección estaba a la izquierda, una iniciativa que crearía escuela. La caja de cambios de engranajes planetarios sólo contaba con dos velocidades y se cambiaba con el pie, concretamente con el pedal del embrague; en mitad del recorrido estaba el "punto muerto", pisando a fondo era la primera y, soltando un poco, la segunda.
El coche se vendió inicialmente a un precio de 825$, pero las continuas mejoras en el diseño y fabricación aumentaron finalmente su precio a 260$ (época de la célebre frase "Los clientes pueden tener un coche del color que quieran, siempre que sea negro". En su primer año de producción llegaron a fabricarse 10.660 ejemplares, batiendo todos los récords de la industria, En el año 1921 el modelo T representaba el 56,6 por ciento del total de la producción a nivel mundial. En total se vendieron más de 15 millones de Modelos T en todo el mundo. Record imbatido hasta los años setenta con el VW Beetle.
El Modelo T pasó a la historia en el verano de 1927, debido a su obsolescencia. En aquel entonces, el Modelo T ya era aclamado en todo el mundo, convirtiéndose en el símbolo del medio de transporte fiable y asequible. Pero además Ford Motor Company había creado un mercado enorme y permanente de automóviles y alimentado el crecimiento de la industria a nivel mundial. (Generó la necesidad de tener un coche en casa).
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